El consumo de agua embotellada se ha convertido en una práctica habitual para millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, investigaciones recientes han puesto de manifiesto una preocupación creciente: la presencia de microplásticos en este producto de consumo masivo. Un estudio realizado por el Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Chile reveló que las aguas embotelladas en envases de plástico contienen un 18% más de microplásticos que aquellas envasadas en vidrio, encendiendo las alarmas sobre los riesgos potenciales de este fenómeno para la salud y el medio ambiente.
Resultados del Estudio
La investigación, liderada por la doctora Fallon Nacaratte, analizó varias marcas de agua embotellada disponibles en envases de plástico y vidrio en Chile. Los resultados fueron reveladores:
- 100% de las muestras contenían microplásticos.
- En botellas de plástico, las concentraciones alcanzaron hasta 793 partículas por litro, frente a las 558 partículas por litro detectadas en envases de vidrio.
La doctora Nacaratte señaló que la calidad del material plástico, tanto en el envase como en la tapa, influye considerablemente en la presencia de microplásticos en el agua. Este hallazgo destaca la necesidad de mejorar los estándares de calidad en los procesos de fabricación y envasado.
Contexto Internacional
El problema no es exclusivo de Chile. En 2018, un estudio global de la organización Orb Media encontró partículas de microplásticos en más del 90% de las muestras de agua embotellada analizadas. Los materiales más comunes detectados fueron polipropileno, PET (tereftalato de polietileno) y nailon, que se utilizan habitualmente en la fabricación de botellas y tapas.
Estos microplásticos pueden originarse durante la fabricación y el proceso de sellado, o incluso desprenderse debido a factores como la exposición al sol o cambios de temperatura, lo que acelera la degradación del plástico.
Impacto en la Salud
Aunque los efectos específicos del consumo de microplásticos en la salud humana aún están en investigación, los expertos alertan sobre los posibles riesgos a largo plazo. El consumo frecuente de partículas plásticas podría estar relacionado con problemas inflamatorios, alteraciones endocrinas e incluso acumulación de toxinas en el organismo.
La Regulación en Chile
En Chile, ya existen normativas para reducir el uso de plásticos en diversos sectores, pero el ámbito del agua embotellada aún carece de regulaciones estrictas. Ampliar estas normativas podría marcar una diferencia significativa en la protección del consumidor y en la reducción de contaminación plástica.
¿Vidrio o Plástico?
El estudio pone en debate las ventajas y desventajas de los envases de vidrio y plástico:
- Envases de plástico:
- Más livianos y fáciles de transportar.
- Más económicos en términos de producción y transporte.
- Mayor cantidad de microplásticos detectados.
- Envases de vidrio:
- Más seguros en términos de contaminación por microplásticos.
- Mayor reciclabilidad y menor impacto ambiental.
- Más pesados y menos prácticos para el transporte.
La doctora Nacaratte enfatizó que optar por plásticos reciclables y reutilizables podría ser una solución intermedia para mantener la practicidad sin comprometer tanto la salud ni el medio ambiente.
La contaminación por microplásticos en el agua embotellada es un problema que requiere atención inmediata, tanto por parte de los consumidores como de las autoridades. Si bien el vidrio presenta ventajas claras en términos de salud y sostenibilidad, el plástico sigue siendo una opción práctica y accesible para muchas personas.
Extender las normativas que regulan el uso de plásticos al sector del agua embotellada, junto con fomentar el reciclaje y la innovación en materiales menos contaminantes, podría ser el camino hacia un consumo más responsable.