La creciente escasez de agua es uno de los mayores desafíos ambientales a los que se enfrenta Chile. En un contexto marcado por el cambio climático y el agotamiento de los recursos hídricos tradicionales, el país ha tenido que buscar soluciones innovadoras para garantizar el acceso al agua tanto para las personas como para las industrias. Una de las soluciones que ha cobrado fuerza en los últimos años es la desalación de agua de mar y el reúso de aguas residuales. En este sentido, el sector de la desalación y el reúso de aguas residuales en Chile ha dado un paso importante hacia la sostenibilidad con el reciente Acuerdo de Producción Limpia (APL) firmado entre la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo.
Un paso clave hacia la sostenibilidad hídrica
El Acuerdo de Producción Limpia (APL) firmado el 6 de diciembre de 2024 representa un compromiso clave para la optimización de los procesos de desalación y reúso de aguas residuales en Chile. Este acuerdo, el primero de su tipo en el sector, busca fomentar una gestión hídrica responsable y sostenible que beneficie tanto al medio ambiente como a las comunidades locales. Según Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de CORFO, la firma de este acuerdo es un paso fundamental para el desarrollo de una industria de desalación y reúso que minimice el impacto en los ecosistemas, optimice el uso de energía y fortalezca las relaciones con las comunidades. Esta industria, señala Ruz, será crucial en un futuro cercano, especialmente para las regiones que enfrentan graves problemas de escasez hídrica.
El compromiso, que involucra a operadores de plantas desaladoras, desarrolladores de proyectos, proveedores de tecnología y servicios, tiene como objetivo generar beneficios económicos, ambientales y sociales. En un país con un déficit hídrico creciente, la implementación de estas tecnologías busca mejorar la seguridad hídrica, contribuir a la mitigación del cambio climático y fortalecer la resiliencia del país frente a los impactos del mismo.
Desalación y reúso de aguas: una solución para las regiones más afectadas
El presidente de ACADES, Alberto Kresse, destacó la relevancia del acuerdo en el actual contexto de crisis hídrica. La desalación de agua de mar y el reúso de aguas residuales representan fuentes viables de agua para las personas y las actividades económicas, particularmente en zonas donde el acceso al agua es limitado. Chile, que ya cuenta con una importante infraestructura de desaladoras, ha logrado posicionarse como líder en América Latina en cuanto a capacidad de generación de agua desalada. Con 24 plantas desaladoras de agua de mar en operación, el país produce cerca de 10.000 L/s, y se estima que para 2030 podría triplicar su capacidad de producción.
Esta solución, que ha sido adoptada principalmente por la industria minera, está permitiendo a las empresas acceder a agua en un contexto de escasez, al mismo tiempo que reduce la presión sobre los recursos hídricos naturales. Más del 85% de la producción de agua desalada se destina a fines industriales, y la mayoría de los proyectos se encuentran en la zona norte de Chile, entre las regiones de Atacama y Antofagasta. Sin embargo, este aumento en la capacidad de desalación plantea desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad y la transparencia en la gestión de la información.
Beneficios del Acuerdo de Producción Limpia
El Acuerdo de Producción Limpia tiene como objetivo fortalecer las competencias necesarias para el desarrollo de proyectos y la operación de plantas desaladoras y de tratamiento de aguas. Una de las acciones clave del acuerdo es la recopilación y sistematización de los estándares de sostenibilidad, que permitirán generar un reporte y establecer metas sectoriales para guiar la acción de las empresas en el futuro. Además, se busca mejorar los procesos internos de las plantas desaladoras, optimizando el consumo energético y avanzando hacia la carbono neutralidad.
Una de las principales preocupaciones en torno a la desalación es el impacto ambiental de este proceso, especialmente en lo que respecta al consumo energético. La desalación de agua de mar es un proceso intensivo en energía, lo que plantea un desafío significativo en términos de eficiencia energética. El APL, por lo tanto, pone un énfasis especial en la mejora de las prácticas operacionales para reducir los consumos internos de las plantas y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.
La importancia de la colaboración público-privada
Un aspecto fundamental del acuerdo es la estrecha colaboración entre el sector público y privado. Empresas como Aguas Nuevas, Aguas CAP, Aguas Pacífico, AInWater, Almar Water, BloomAlert, Engie Chile y Oneka Technologies han apoyado este esfuerzo, trabajando junto al Estado y diversas entidades gubernamentales, como las Subsecretarías de Energía, Medio Ambiente, Minería, y las Direcciones Generales de Obras Públicas y Aguas, entre otras. Esta colaboración público-privada es esencial para garantizar que los proyectos de desalación y reúso de aguas se desarrollen de manera sostenible, respetando los estándares ambientales y sociales, y alineados con las necesidades de las comunidades locales.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, resaltó la importancia de reducir la huella hídrica de Chile. Más allá de generar más agua mediante la desalación, es fundamental utilizar el agua de manera más eficiente en todos los procesos productivos y en la vida diaria. Asimismo, la ministra de Minería, Aurora Williams, enfatizó el papel crucial de la desalación y el reúso de aguas en la minería, un sector que depende en gran medida de estos procesos para garantizar su sostenibilidad.
Desafíos y perspectivas futuras
Aunque el APL es un paso importante hacia la sostenibilidad en la gestión hídrica, el camino por recorrer sigue siendo desafiante. La desalación de agua de mar y el reúso de aguas residuales son soluciones prometedoras, pero requieren de un enfoque integral que contemple no solo los beneficios técnicos, sino también los impactos sociales y ambientales. En este sentido, la transparencia en la gestión de los proyectos y la involucración activa de las comunidades son aspectos esenciales para garantizar el éxito a largo plazo.
Además, la creciente demanda de agua desalada en sectores clave como la minería plantea la necesidad de seguir mejorando los estándares operacionales y de sostenibilidad. La integración de tecnologías más eficientes y limpias, así como el monitoreo constante de las emisiones de GEI, será crucial para mitigar los impactos negativos de estos procesos y garantizar una gestión hídrica sostenible en el futuro.
En conclusión, el Acuerdo de Producción Limpia firmado entre ACADES y CORFO es un paso fundamental en la construcción de una industria de desalación y reúso de aguas residuales responsable y sostenible en Chile. Con el compromiso del sector público y privado, se espera que Chile pueda enfrentar los desafíos de la escasez hídrica, contribuyendo a la seguridad hídrica del país, a la mitigación del cambio climático y a la resiliencia de las comunidades frente a estos desafíos.