La escasez hídrica es uno de los mayores desafíos que enfrenta Chile debido al cambio climático. En este contexto, la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) trabaja para adaptar al país a esta nueva realidad a través del desarrollo de tecnologías de desalación de agua de mar y reúso de aguas residuales. Su misión es generar fuentes hídricas accesibles, eficientes y sostenibles que permitan a todas las personas y sectores productivos contar con agua, respetando a las comunidades y al medio ambiente.
Un Problema que Impacta a Todos
La crisis del agua no afecta únicamente a grandes industrias como la minería, sino que impacta a centros urbanos y sectores vulnerables desde la zona centro hasta el norte del país. Según Carlos Foxley, presidente de ACADES, la organización nació hace tres años con el propósito de combatir la sequía, agrupando hoy a más de 80 empresas comprometidas con la visión de un Chile donde nadie carezca de agua.
Foxley destacó que la tecnología actual permite transformar el agua de mar en agua dulce para consumo humano, agricultura e industrias. Esto abre una oportunidad crucial para abordar la crisis hídrica con innovación y sostenibilidad.
Desalación y Reúso: Dos Pilares Fundamentales
ACADES centra su trabajo en dos líneas principales. La primera es el reúso del agua, conocido en países como Singapur como New Water, que da una segunda vida al recurso hídrico ya utilizado. La segunda es la desalación, que consiste en reducir el contenido de sal del agua de mar (3,6%) hasta niveles aptos para consumo humano o industrial, entre 0,1% y 0,3%.
En cifras, el consumo total de agua potable en Chile es de 40 metros cúbicos por segundo, de los cuales 10 metros cúbicos provienen de agua desalinizada. De esta producción, el 80% se destina a la industria, principalmente la minería, y solo el 20% se utiliza como agua potable.
Chile: Líder en Desalación en América Latina
El desarrollo de la desalación está concentrado en las regiones de Antofagasta y Atacama, donde se producen avances significativos. En Antofagasta, por ejemplo, el 85% del agua potable proviene de agua desalinizada, y para el próximo año se espera alcanzar el 100%. Estos logros posicionan a Chile como líder regional en la implementación de esta tecnología.
Foxley resalta que, dado el vasto acceso al agua de mar, no debería haber limitaciones de agua en Chile si se implementan estas tecnologías adecuadamente. Este modelo de desarrollo no solo combate la crisis hídrica, sino que también posiciona al país como un referente global en soluciones sostenibles para el manejo del agua.
Una Visión para el Futuro
La labor de ACADES refleja el compromiso con un futuro más sustentable, donde la tecnología y la colaboración entre sectores sean clave para garantizar el acceso al agua. Este enfoque no solo aborda la crisis hídrica actual, sino que también establece un modelo para otros países que enfrentan desafíos similares, demostrando que, con innovación y trabajo conjunto, es posible construir soluciones efectivas y respetuosas con el medio ambiente.
La adaptación al cambio climático no es solo una necesidad, sino una oportunidad para transformar la manera en que gestionamos uno de los recursos más valiosos del planeta. En este sentido, Chile está dando pasos importantes hacia un futuro hídrico más seguro y equitativo.